La disponibilidad actual de técnicas quirúrgicas mínimamente agresivas y de anestesias con menos efectos secundarios permite que operaciones de cirugía mayor se realicen de forma ambulatoria, es decir, no es necesario ingresar al paciente ni utilizar una cama de hospitalización para realizar la operación
Si debe ser sometido a una intervención quirúgica mayor ambulatoria es muy importante la preparación previa y los cuidados durante y posteriores a la misma.
Preparación antes de la intervención quirúrgica
El médico solicitará antes de la operación la práctica de radiografías, un electrocardiograma y un análisis de sangre para conocer nuestro estado de salud y para descartar cualquier contraindicación o problema para llevar a cabo la cirugía.
Debemos comunicar al médico si padecemos alguna alergia tanto a medicamentos como alimentos o si tuvimos una reacción a la anestesia en operaciones anteriores.
La noche anterior a la cirugía debemos tomar una cena ligera y a partir de entonces no comer ni beber ningún tipo de alimento o bebida. Si padecemos diabetes hemos de consultar al médico qué podemos tomar y cuándo.
Si fumamos, es recomendable no fumar al menos en los 2 o 3 días previos a la intervención.
Asegúrese que alguien de su entorno podrá acompañarle al centro sanitario el día de la operación pues no se debe conducir antes ni después de la cirugía.
Recomendaciones para el día de la operación
Tome una ducha al levantarse, lavándose también el pelo. No se maquille ni se pinte las uñas.
Vístase con ropa cómoda y no se ponga joyas ni relojes.
No tome ningún alimento ni bebida pues debe permanecer en ayunas.
Quítese las prótesis dentales y las lentillas antes de ir al centro sanitario.
Si toma alguna medicación, no olvide llevársela consigo.
Antes de firmar la autorización para someterse a la intervención (el llamado consentimiento informado), el equipo médico y de enfermería le informará sobre los beneficios y riesgos de la operación; momento que puede aprovechar para aclarar cualquier duda que tenga.
Consejos para después de la operación
Las recomendaciones varían según el tipo de cirugía y la zona corporal intervenida pero de forma general se aconseja:
Hacer reposo en casa pero empezar a pasear en cuánto sea posible para favorecer la circulación sanguínea.
Si la herida quirúrgica duele o molesta puede tomar analgésicos, según la dosis y pauta indicadas por el médico.
No conduzca ni beba alcohol. Tampoco fume pues dificulta la oxigenación de los tejidos intervenidos y enlentece la recuperación.
Posiblemente el médico le recomendará seguir una dieta blanda o ligera los primeros días y progresivamente pasar a una dieta normal.